La vinagrera es un arbusto leñoso perenne muy habitual en el paisaje canario, especialmente en las zonas áridas, casi siempre vinculado a las comunidades de cardones tabaibas, aunque puede desarrollarse de forma aislada, siempre sobre suelos removidos.
Es una planta asociada secularmente al alimento para el ganado, sobre todo caprino, gracias a su notable abundancia en espacios de difícil colonización como las coladas recientes.
Sus características botánicas le confieren una altura de entre 1 y 2,5 metros de altura, con numerosos tallos ramificados y hojas pecioladas algo carnosas, verdes, de entre 4 y 6 cm. Florece entre enero y junio y desarrolla un fruto en forma de nuez de 2 a 3 mm, de color marrón.