Descripción Morfológica
Hoja adulta orbicular, de tamaño medio-pequeño, base del seno peciolar en «U», muy abierta, senos superiores e inferiores muy marcados, limbo glabro, dientes de lados convexos, color verde fuerte sin brillo y peciolo corto, racimo cilíndrico-alado, mediano de compacidad media y pedúnculo visible, baya redonda pruinosa de tamaño pequeño, jugo incoloro y pulpa carnosa, sabor particular con acidez alta en la maduración.
Interés vitícola y perspectivas de cultivo
Sin duda nos encontramos ante una variedad difícil de descubrir. El principal problema es el número de variedades que se citan bajo esta voz provocando un claro problema de homonimia. El término Malvasía es utilizado para referirse tanto al vino –incluso a una clase de vino-, como a las variedades que capaces de producirlo.
Todos los autores apuntan al origen griego de la variedad. Se explica la etimología del nombre en la degeneración de Momenvasia (única entrada), la ciudad puerto desde donde partían los barcos con las elaboraciones producidas en las islas griegas. El comercio se impulsa principalmente desde Venecia y posteriormente Génova, motivo que explicaría la italianización del término y su derivación a Malvasía. Las cruzadas justificarían junto con la expansión de los turcos el movimiento de esta variedad hacia el oeste, estableciéndose definitivamente en el Mediterráneo cristiano. Hoy conocemos su cultivo en Lípari, Córcega, Cerdeña, Mallorca y Sitges.
La población de Madeira y la conquista de Canarias explican la incursión de esta variedad en el Atlántico. El cambio del eje comercial, del Mediterráneo al Atlántico, justificó que la etapa vitícola de esplendor en Canarias se mantuviera mientras existían buenas relaciones comerciales con Inglaterra.
Bajo la voz Malvasía encontramos en Canarias tres fenotipos distintos, dos de baya de blanca y uno de baya rosada. Respecto a los de baya blanca, sería incomprensible la redacción de las explicaciones en las que quiero avanzar si no utilizara dos nombres que rompieran esta homonimia. Propongo el término Malvasía de La Palma para referirnos a la variedad de Malvasía más extendida entre los viticultores palmeros –si bien está presente en otras islas-. Con el término Malvasía de Lanzarote a la variedad empleada por los bodegueros de esta isla para elaborar los Malvasías.
En el Hierro hay dos cepas de Malvasía de La Palma en parcelas tradicionales de Frontera. Esta variedad está prácticamente extinguida en esta isla, por lo que pocos viticultores son capaces hoy de reconocerla. No se encontró ninguna planta del tipo Malvasía de Lanzarote.
Los viticultores de la isla de la Palma se caracterizan por ser grandes conocedores de la variedad que ellos llaman simplemente Malvasía. Su cultivo se concentra en Fuencaliente donde aún hoy y de forma continuada desde su implantación existen parcelas donde es mayoritaria. En Mazo aparece de forma minoritaria y mezclada con otras variedades. Es en esta subzona donde utilizan el término Malvasía Portuguesa y Sebastián García para designar una variedad que morfológicamente coincide con la Malvasía de Lanzarote. El cultivo de estas últimas sólo se localiza en Mazo, donde es muy minoritario. Se encuentra también, aunque de forma testimonial cepas de Malvasía Rosada, el tercer fenotipo.
La Malvasía de La Palma o aromática tiene un ciclo corto, índice II de Winkler Amerine (para 12º alcohólicos probable) y cuando se vendimia para la elaboración de dulces. Su producción, según ensayos agronómicos en el Valle de Güímar, se aproxima al 50% de la variedad Listán Negro.
En la Gomera, los viticultores hicieron referencia a su cultivo si bien sólo se pudieron localizar dos cepas del tipo La Palma y una tercera de Malvasía rosada en Vallehermoso.
En Tenerife se encuentran los tres tipos de Malvasía. En Anaga y Tegueste se localizan cepas de Malvasía Rosada. Se cultivan pies aislados de Malvasía de Lanzarote en Anaga, Valle de Güímar y Tegueste. En esta última zona esta variedad es conocida bajo el término Málaga. En los Realejos, por las indicaciones de D. Jesús Corvo, se encuentra la Malvasía de La Palma en una finca de plataneras donde se cultivan algunos cordones sobre un mollero (acopio de piedras). También en Tegueste, con la colaboración de Ricardo Gutiérrez, localizamos cepas viejas de esta última variedad en una finca abandonada.
En Gran Canaria sólo se pudieron marcar plantas de Malvasía de Lanzarote en el Monte Lentiscal, donde su cultivo no deja de ser testimonial.
Lanzarote es claramente la isla con más superficie dedicada a La Malvasía. En plantaciones tradicionales sólo se encuentra un tipo de esta variedad que es la Malvasía de Lanzarote. Su estado sanitario permite encontrar plantas libre de virus.
Sin embargo, no se ha podido encontrar plantas libres de virus en la Malvasía de la Palma por lo que el nivel de virosis en esta variedad se convierte en un factor limitante para la selección sanitaria.
La Malvasía de La Palma exige una poda larga. Interesa la brotación de las yemas de rango sexto o superior (más fértiles que las basales). La Malvasía de Lanzarote, por el contrario, admite poda corta 3 o 4 yemas por mantener en las primeras buenos niveles de fertilidad.
Lanzarote domina el mercado con elaboraciones de vinos secos frente a las elaboraciones de la Palma y Tenerife, que se centran en vinos dulces.
Un volumen creciente, debido a la incorporación de nuevas plantaciones, obliga en la actualidad a revisar el potencial enológico de estas variedades que, sin duda, ha demostrado ser muy amplio históricamente.