El laurel, también llamado popularmente loro, es una especie de planta de la familia de las Lauraceae nativa de los bosques de laurisilva de Madeira, Canarias, y Azores. Es llamativo, junto a otros árboles de la laurisilva, como se desarrolla a través de “chupones” pequeños tallos que brotan desde la base del tronco o desde las raíces y aseguran su renovación vegetal, alcanzando un porte medio de 20 metros de altura.
Se adapta a espacios frescos o muy frescos, suelos profundos y necesita humedad ambiental en verano, por lo que la presencia de los vientos alisios es fundamental para su supervivencia. Sus hojas son lanceoladas, con pequeñas glándulas en las axilas y sus frutos son ovoides, de 1-1,5 cm que adquieren un color negro al madurar.